Un celular comienza a vibrar, la pantalla LED ilumina tenuemente la habitación. Por la ventana se puede apreciar que todavía no amanece, aunque uno podría decir que faltan pocos minutos para que esto suceda. En el silencio de la habitación, la vibración es fuerte, lo suficiente para interrumpir un sueño leve. Wings abre los ojos poco a poco, mientras recupera la razón y se pone a pensar en quién podría estar llamándolo a esta hora. De pronto un rostro se le viene a la mente y sus ojos se iluminan. Rápidamente extiende su brazo para alcanzar el celular y contestarlo. Es una videollamada.
‘¿Aló?’ exclama casi cayéndose de la cama. El rostro de Under se puede visualizar en su celular.
‘Disculpa la hora, pero no podía esperar. Tengo algo que decirte: eres un idiota, no te puedo creer que hayas ido a un evento de Runic solo para decirme esas cosas e irte, me dejaste muy mal ¿lo sabes? Yo pensé que tu ya no regresarías… nunca, avancé con mi vida y sinceramente, ya no esperaba verte jamás, pero hoy cambió todo. Una parte de mi nunca te olvidó, y sé que lo sabes. Te conozco y sé que cuando tienes algo en la mente nada te va a hacer cambiar, ni si quiera yo. Podría intentar rechazarte, alejarte, decirte que no te amo, pero lo único que haría es retrasar lo inevitable, haciéndonos daño ambos en el proceso. No dije nada antes, pero quería decirte que conozco el sentimiento del que me hablaste, porque yo también lo siento. Lo que vivimos no fue en vano, no es capítulo pasajero en nuestras vidas, creo que era solo en entre telón de algo más grande.’ Hay pocas palabras que se pueden usar para describir la reacción de Wings, ante esas palabras, la vida le daba una oportunidad para intentar nuevamente hacer feliz a Under. Enmendar los errores del pasado y, ahora sí, darlo todo por el todo. ‘¿Podría vivir sin ti? Claro, es posible, pero una parte de mí siempre te guardaría, como lo he hecho todo este tiempo. Vives dentro de mí, guardo una parte de ti en mí. Una parte que quiero compartir con su dueño original, que vea que esa llama sigue tan intensa como alguna vez lo sentimos. De alguna manera, estaba seguro que tarde o temprano te darías cuenta.
‘La vida se encargó de enseñarme esa lección y que no podría hacerte a un lado para siempre, y que si no ocurría en esta vida, sería la siguiente.’ le responde Wings. ‘Tienes razón, no importa las veces que me hubieses dado la espalda, mi corazón no te dejaría ir. Podría ocultármelo, engañarme, alejarme, pero al final del día, siempre sabré que eres tu la persona con la que quiero estar. Por eso, quiero que me des la oportunidad, la oportunidad de poder volverte a enamorar.’
‘Mira por la ventana.’ le indica Under con una sonrisa pícara en sus labios.
Wings escucha una melodía que proviene de la calle, sale pronto a ver qué está pasando, las personas que han salido a comprar el pan para el desayuno se han aglomerado afuera de su casa, pues Under subido encima de un auto iluminado con luces LED y le comienza cantar una canción, entre la multitud uno puede observar a Geek ayudando con el equipo de sonido, en poco tiempo han podido armar una suerte de pequeña feria que a la luz de la madrugada se convierte en una suerte de parque temático.
Uno puede ver a las personas bailando por las calles, otras que se acercan a transmitir por redes sociales el suceso, personas que contagiadas por el ritmo de la música se han asomado a compartir una letras que narran la historia de un par de locos enamorados que buscan regresar. Al terminar, Under le hace señas a Wings para que baje. Una vez en la calle, él se acerca a su puerta y le dice.
‘¿Me darías la oportunidad de hacerte feliz, recuperar el tiempo perdido y, aunque me tome todos los días de mi vida, volverte a enamorar? ¿Regresarías conmigo?’ Under le sonríe. Wings asiente.